Todos los años salen en el telediario las imágenes de la gente madrugando para poner la sombrilla en la playa a primera hora y coger sitio, ¿no os parece estresante? a mi desde luego. Yo personalmente prefiero otras alternativas más tranquilas a la hora de veranear pero, si «no tenéis más remedio» que veros en una de esas playas abarrotadas de gente, el manual del buen veraneante os vendrá bien para «sobrevivir» a las vacaciones.
La música a tope. Es una playa, no un bar, así que si alguien quiere poner música, que sea en un tono bajo pero no para media playa, a todos no nos gusta la misma música.
Mira la bandera de la playa. El color varía como en los semáforos: si está verde, puedes bañarte sin problema, si está amarilla, puedes bañarte con precaución y si está rojo, bañarse puede ser peligroso (normalmente por fuerte oleaje).
Bebe mucho líquido. Lo ideal es beber agua, que es lo que más hidrata, pero también puedes tomar refrescos o cerveza, aunque sería recomendable alternarlos.
El tono de voz. Encuentras un sitio en la playa que te gusta y de pronto se instala a tu lado una familia con un montón de miembros todos hablando a gritos o muy fuerte. A partir de ahí se acabó tu paz, lo mejor es que te vayas a pasear por la orilla o al chiringuito a por una cerveza.
Cuidado con pasarte con el sol. Si no quieres cargar con la sombrilla, ponte un gorro para cubrirte la cabeza y evita exponerte al sol en las horas más fuertes (12-16h aproximadamente). Ir al chiringuito más cercano a por una cerveza puede ser una buena opción 😉
Si vas con niños a la playa, vigila que no molesten a los demás, a todo el mundo no le gustan los niños.
No te bañes en las zonas donde se practican deportes náuticos, hay una zona delimitada para el baño y otra para los deportes, además, puede ser peligroso.
Si te vas a ir a pasear, cuidado con las cosas. Hay muchos robos en las playas, así que mejor dejarlo con alguien de confianza o coger un bolso de mano y meter todo lo de valor ahí, os ahorraréis un disgusto.
Cuando te vayas no dejes basura. Mete en cualquier cosa de plástico todo lo que has comido y bebido y lo tiras en la papelera más cercana, en todas las playas hay un montón.
Si eres uno de esos afortunados que está de vacaciones, aprovecha tu que puedes y si las coges en septiembre, está a la vuelta de la esquina, ¡mucho ánimo!